Los “justicieros” que detuvieron y castigaron a un presunto ladrón en la Delegación Miguel Hidalgo deben ser detenidos y castigados por las autoridades de la Ciudad de México, señaló la diputada Elizabeth Mateos.

Dijo que nadie puede actuar por encima de la ley, mucho menos hacer justicia por propia mano, ya que es inadmisible pretender combatir la violencia con más violencia y gozar de impunidad.

La vocera del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), señaló que las calles de la cuidad no pueden ser campo de batalla ni escenario de ilegalidades de quienes fomentan la violencia.

Exhortó a la Secretaría de Seguridad Pública y a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México a que actúen con prontitud para ubicar, detener, fincar responsabilidades penales y llevar ante la justicia a los responsables de la agresión del presunto ladrón en la colonia Santa Julia.

“Se equivocan quienes creen que pueden pasar por alto el Estado de Derecho, para eso existen los canales institucionales y las autoridades competentes”, puntualizó y agregó que nadie tiene el derecho de hacer justicia por propia mano porque “estaríamos renunciando a la existencia de las instituciones y normas que nos hemos fijado para regular la conducta social, y que nos ha tomado mucho tiempo y esfuerzo construir”.

Mateos Hernández alertó que la impunidad “es un mal presagio” para la sana convivencia de la sociedad, “por lo que es necesario aplicar las disposiciones jurídicas y políticas públicas para eficientar la seguridad pública y la impartición de justicia”.

La legisladora llamó a la sociedad a conducirse con prudencia ante cualquier situación de peligro, sin exponer su integridad física ni la de los demás, y exigir la intervención de las autoridades que tienen la obligación de proteger a las personas.

Por último, urgió a las policías preventiva y de investigación a reforzar la seguridad y combatir a la delincuencia para evitar que conductas ilícitas deriven en la comisión de más ilícitos, y que ponen en riesgo la vida de mujeres, niños y personas inocentes.