El uso de la iluminación en el escenario puede cambiar el tiempo y el espacio, así como la apariencia y el rostro de los personajes: ese es el gran poder de la luz, señaló la reconocida diseñadora de iluminación de danza, teatro y ópera Jennifer Tipton, durante la conferencia magistral que dictó la tarde del lunes en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Secretaría de Cultura CDMX.

Jennifer Tipton, quien nació en Estados Unidos el 11 de septiembre de 1937, ofreció su charla a medios de comunicación, así como a estudiantes de teatro e iluminación, entre quienes se encontraba Sebastián Solórzano, primer mexicano en participar en el programa Rolex Mentor and Protégé Arts Initiative, el cual permite un encuentro entre jóvenes artistas y consagrados maestros, quienes colaboran durante un año, proyecto en el que participa Tipton.

La diseñadora de iluminación estadounidense compartió entre los asistentes su formación profesional y su experiencia en los escenarios de Estados Unidos. Asimismo, al final de su presentación, mostró una serie de ejercicios con la luz en diferentes ángulos en el escenario del Teatro de la Ciudad, mediante los cuales evidenció cómo se modifica el espacio, dependiendo del ángulo en que se proyecte la luz.

Tras comentar que “este teatro es muy hermoso, pero representa un gran reto para los iluminadores”, realizó  ejemplos de lo que se logra con luz frontal, cenital, contraluz, lateral, frontal diagonal y diagonal de contraluz, entre otros ángulos.

En la conferencia de Tipton -quien se ha hecho acreedora a importantes galardones y ha colaborado con destacados artistas y compañías como Mikhail Baryshnikov, Jerome Robbins, Paul Taylor Dance Company y el American Ballet Theatre- estuvo presente Ángel Ancona, coordinador del Sistema de Teatros de la Ciudad de México, quien tradujo la presentación de la norteamericana.

En la charla, Tipton comentó que con los diferentes diseños que realizó “aprendí a confiar en el papel, a hacer las hojas de trabajo antes de ingresar al montaje en el teatro, con lo que estaba más segura de que la luz tenía que hacer lo que ella esperaba hiciera”.

Asimismo, aconsejó “entrenar el ojo para poder proyectar lo que se desea en el escenario: lograr que por ejemplo cambie el espacio y cambie el tiempo”, y sostuvo que “no hay reglas estrictas, todo puede y debe ser probado pues cambia con cada situación y cada escenario”. También apuntó que “hay un uso que se le puede dar a cada ángulo de la luz”.

Tras señalar que no sabe mucho sobre la situación de México en materia de iluminación escénica, apuntó que existe “una gran diferencia entre Estados Unidos y Europa, pues en este continente el alto voltaje permite usar aparatos más grandes, aunque en Estados Unidos se pueden colocar más reflectores juntos y en los últimos años ya también se usan aparatos grandes”.

Jennifer Tipton ha ganado con su trabajo múltiples premios y nominaciones, entre ellos el Premio Tony en 1977 al Mejor Diseño de Iluminación para el montaje Andrei Serban 's, y el Premio Tony 1989 para la iluminación de Jerome Robbins 'Broadway.

También ha ganado el Premio Drama Desk al Mejor Diseño de Iluminación en dos ocasiones.