Tania Montiel
“El país de las enchiladas y los frijoles refritos”; así llamó Frida Kahlo a México en una de sus cartas, perteneciente a la colección “Ecos de Tinta y Papel” que se exhibe desde el pasado 22 de julio y hasta el próximo 28 de noviembre en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, ubicada al sur de la Ciudad de México.
En dicha exposición, curada por la sobrina nieta de la artista, Cristina Kahlo, se aprecian cartas y telegramas redactados por Kahlo, a partir del año 1931, y en donde se aprecian el entorno y contexto tanto social como más íntimo de quién es una de las figuras más destacadas del arte mexicano.
Salta a la vista un personaje: el doctor Leo Eloesser, médico de cabecera de Frida, quién a pesar de la distancia geográfica, éste se encontraba en los Estados Unidos, era consultado constantemente por Frida, tanto por sus dolencias físicas como por su amistad y sus visitas al vecino país a razón del trabajo de Diego Rivera.
Entre los hechos que Kahlo, e incluso una de sus hermanas consulta con el doctor se encuentran sus dolores de pierna, uno de sus abortos, su necesidad de usar un corsé, sus estancias en ciudades como Nueva York y Chicago, el envío de pinturas y un caballete olvidado, además de las cirugías y el grave cuadro de salud en el que ésta se encontraba a raíz de las intervenciones.
Mediante el acompañamiento de fotos que ilustran los textos de Frida, también se da razón de personajes destacados del siglo pasado, como Dolores del Río, actriz durante la época de Oro del Cine Mexicano, y que fuera muy amiga de la pareja Rivera-Kahlo, y León Trotski, exiliado de la unión soviética, quién fuera recibido a su llegada a México por Frida.
Se subrayan además sus relaciones con su familia: el trato y cariño por su padre, la relación con sus hermanas, y por supuesto, su vida amorosa con Diego Rivera, de quien decía estar completamente enamorada, y de quien sin embargo, se divorció.
En cuanto al resto de la casa -cabe señalar que esta se encuentra dividida en tres: la casa de Diego, la de Frida y la de Juan O´Gorman- también está la exposición permanente del pintor y muralista mexicano, en donde se muestran rasgos de su día a día, inmersos en el contexto mexicano,
Por ello, es posible ver desde su habitación hasta su estudio, repleto de alebrijes de diversos tamaños y formas, parte de su colección de piezas prehispánicas, artesanías mexicanas de diversas partes de la República, como los árboles de la vida, toritos usados en las festividades de pueblo, metate, jícaras y utensilios de la vida cotidiana.
Acompañando estas cosas pertenecientes a Diego se encuentran esculturas y obras que rinden honor al artista: bustos, manos y pinturas se mezclan con su biblioteca personal, y se acompañan de referencias a su ideología comunista, además de un retrato que éste le hiciera a Dolores del Río.
El Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo fue construido por el arquitecto Juan O´Gorman entre los años 1931 y 1932, y fue la primera obra de la arquitectura funcionalista de su tipo en el país; dicha construcción fue habitada por los dueños a partir de 1934, y sirvió de marco para la obra Lo que el agua me dio, de Kahlo. En este mismo lugar fallecería Diego Rivera.
En cuanto a la exposición “Ecos de Tinta y Papel”, los elementos fueron prestados por el Museo de Filatelia de Oaxaca, la fundación Alfredo Harp Helú, el Museo de Arte de Filadelfia, colecciones personales, entre otros.
El recinto se ubica en Avenida Altavista esquina Diego Rivera s/n; colonia San Ángel Inn, delegación Álvaro Obregón; abre de martes a domingo en un horario de 10 a 18 horas, con un costo de 14 pesos y entrada gratis los domingos, y entre semana a estudiantes y personas con credencial del INAPAM. |