El titular de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, y el jefe delegacional en Xochimilco, Avelino Méndez Rangel, encabezaron en el Zócalo de la CDMX el pasado domingo 4 de Septiembre, la declaratoria al amaranto del pueblo de Santiago Tulyehualco como Patrimonio Cultural Intangible publicada el viernes 2 de septiembre en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, cuyo decreto fue firmado por el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
Del 27 de Agosto al 4 de Septiembre del 2016 se efectuó con gran éxito la III Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México; Vázquez Martín manifestó: “Se preguntarán por qué declaramos como patrimonio intangible a algo que huele y sabe tan rico. Lo que se declara no solamente es al amaranto y a la alegría como objetos, sino se declara a toda la cultura que está detrás, a la memoria histórica, a los saberes que los pueblos guardan para convertir al amaranto en un dulce exquisito”.
Más de 400 actividades artísticas y culturales, entre presentaciones de libros, mesas y conciertos que se ofrecieron en esta fiesta que tuvo como invitados a Ecuador, la Región Huasteca y al Pueblo de Santiago Tulyehualco, la cual fue visitada por 532 mil 923 personas. El Titular de Cultura CDMX, expresó: “La queremos así porque los saberes populares, los saberes indígenas nos son necesarios a todos, seamos o no indígenas, porque el mundo moderno necesita de esos saberes para salir de muchas pesadillas que nos encontramos. Gran metáfora con la que cerramos hoy, gran metáfora en esta capital indígena que nos deja el pueblo de Tulyehualco”.
“Santiago Tulyehualco pertenece a la delegación Xochimilco, pueblo y tierra de amaranto, que lo ha visto florecer generación tras generación convirtiéndose en una emblemática semilla que guarda profundad raíces históricas, manifestándose a través de las costumbres, tradiciones y creencias que se reflejan en el orgullo de los productores” .Afirmo el jefe de la Delegación Xochimilco Avelino Méndez Rangel que acoto que el amaranto casi fue erradicado durante la conquista española, por el carácter de ritual que los pueblos prehispánicos le daban a la semilla.
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