Por Agustín Vargas (*)

Contrario a las afirmaciones que se tienen casi a diario sobre el repunte del sector de la vivienda en México, al menos en el Distrito Federal la producción de casas habitación, sobre todo la popular y de carácter social, está paralizada.

Entre las causas de esta parálisis en el desarrollo de vivienda popular, de acuerdo con datos de la Comisión de Vivienda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que preside la diputada Miriam Saldaña, destaca la falta de una normatividad clara en la materia y el elevado costo de la tierra en la capital del país.

Quien podría imaginarse, por ejemplo, que en muchos casos el precio por metro cuadrado de un terreno en la Ciudad de México sea similar al costo que tienen los predios en Nueva York, la urbe del hierro que es el ombligo del mundo y que por mucho no se asemeja a la capital del país.

Pareciera absurdo esta comparación, pero de acuerdo con la información de la mencionada comisión legislativa, es real pues los costos de la tierra en el DF están disparados e inflados lo cual, por supuesto, eleva el precio de las viviendas e impide que se construyan casas habitación de interés social.

Por mucho, las condiciones de hábitat en la Ciudad de México no son las adecuadas y el rezago en la materia hace imperiosa la necesidad de una nueva Ley de Vivienda, que rija una política pensada en beneficiar a los 9 millones de habitantes, aproximadamente y zona conurbada de la capital.

Rezago habitacional

En la actualidad, el rezago en la materia es de 115 mil casas, aproximadamente, divididas en 55 mil 410 de viviendas nuevas y 58 mil 916 de mejoramiento.

El 49.13% de las necesidades de vivienda están concentradas en la población con menos de 8 salarios mínimos mensuales, de los cuales sólo el 46.2% es atendido por el Instituto de Vivienda del Distrito Federal.

Lo más grave. Esta situación genera que anualmente alrededor de un millón de familias se vean expulsadas de la capital del país.

Nueva Ley de Vivienda

El grave problema que representa para la Ciudad de México el rezago habitacional y la falta de producción de vivienda, se pretende resolver a partir de una nueva ley que deberá regir desde el 2015 en la capital.

Al menos eso los planteó ayer en el pleno de la Asamblea Legislativa la presidenta de Comisión de Vivienda, durante la presentación de la iniciativa de la nueva Ley de Vivienda, quien explicó que la norma propuesta pretende responder a las necesidades prioritarias de la población.  

A raíz de la suspensión de la Norma 26, la construcción de vivienda popular se detuvo, por lo que esta iniciativa busca reactivar la inversión en la materia para dar respuesta a quienes, por años, han estado en lista de espera de una vivienda.

El proyecto de Ley, pretende la construcción de vivienda digna, acorde al desarrollo urbano ordenado, además de incentivar el desarrollo de casas sustentables. 

También reúne otras modalidades, como el tema de la renta social, encaminada a grupos vulnerables, jefas de familia, madres solas, personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres víctimas de violencia, víctimas de trata, jóvenes y población indígena.

La iniciativa de Ley de Vivienda tiene como ejes prioritarios a los adultos mayores, población vulnerable y capacidades diferentes, inclusión de los jóvenes como sujetos de crédito y la definición de responsabilidades para servidores públicos e iniciativa privada, además de la recuperación de suelo ocioso, fundamentalmente, inmuebles decomisados por la Ley de Extinción de Dominio.

La realización de esta garantía requiere del cumplimiento de factores, como la seguridad jurídica de la tenencia, disponibilidad de servicios e infraestructura, ubicación adecuada, condiciones de habitabilidad, movilidad, que la vivienda sea accesible para todas las personas y culturalmente adecuada.

Factor político

Sin olvidar que los legisladores tienen una gran responsabilidad para darle un giro a la política social en materia de vivienda, es de señalar que los industriales desarrolladores de casas habitación son otro factor importante en este reto.

Pero el rezago habitacional también tiene que ver, sin duda, con el hecho de que la producción de vivienda popular no ha sido negocio para los empresarios y menos cuando los subsidios para este tipo de construcciones se han visto reducidos y de ello en diversas ocasiones se han quejado.

En principio, la iniciativa de la nueva Ley de Vivienda se ve bien y cuenta con el apoyo de una gran mayoría de legisladores de todas las corrientes políticas para sacarla en este periodo de sesiones.

Ya se verá a la hora de la votación final para su aprobación, si es que los asambleístas, en el último de los casos, la dejan para mejores tiempos políticos ante el periodo electoral que se avecina y que en el Distrito Federal se renovará todo el Congreso Local.

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*Periodista. Director del Suplemento HábitatMx