El decreto presidencial que prohíbe la importación de cigarros electrónicos es un derecho a la salud, que también se impulsó desde el Congreso de la Ciudad de México y el cual era la causa de 43 mil muertes al año en el país. 

La Diputada local de Morena, Guadalupe Aguilar Solache, impulsora de dicha iniciativa, señaló que con esta decisión se refrenda el compromiso del actual Gobierno de México con la salud de la población, como parte de una política social. 

En la capital del país, el uso del cigarro electrónico va en aumento entre jóvenes, adolescentes y adultos quienes tienen la creencia de que es un instrumento correctivo para dejar el tabaco, pero en realidad podría ser 56 veces más dañino, destacó la legisladora. 

La decisión contra la importación del cigarrillo electrónico obedece al derecho a la salud de los mexicanos y a los problemas de salud en la población que, a su vez, genera presiones a las finanzas públicas, al sistema de salud y de pensiones, sostuvo Aguilar Solache. 

Desde el año pasado, la Diputada de Morena alertó del riesgo que representa consumir ese tipo de productos, por lo que sostuvo una reunión de trabajo con el titular de COFEPRIS, José Alonso Novelo Baeza, donde se planteó la pertinencia de la prohibición en la importación de estos productos. 

Según un estudio del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), la adicción a la nicótica y el daño pulmonar grave son dos de las afectaciones a la salud que provoca el consumo del cigarrillo electrónico, mencionó la legisladora. 

La diputada Guadalupe Aguilar Solache presentó desde el 1er Periodo Ordinario de Sesiones, la Iniciativa para crear la Ley de Protección a la Salud de los no fumadores de la Ciudad de México, la cual busca dar mayores advertencias sanitarias en los empaques del producto. 

Señaló que la falta de regulación ha derivado en la proliferación de los dispositivos electrónicos para el consumo de sustancias más nocivas que el tabaco, por lo cual se busca subir a rango de ley una regulación sobre el uso del cigarro electrónico en lugares cerrados, públicos y, principalmente donde se encuentren niñas y niños.