Por Rosalío Martínez Blancas
La nueva Constitución de la Ciudad de México (CMX) debe reconocer y hacer propios los derechos ciudadanos, aseveró categórico Enrique Pérez Correa, candidato independiente número 11 a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México (CMX).
Así, al abordar el tema del comercio popular, Pérez Correa planteó que la Constitución local no debe criminalizar esta actividad, porque hay familias que dependen de ella, son personas que no tienen un empleo formal o están desempleadas. La Constitución de la CMX debe promover ante una institución administrativa la forma de incorporar de manera definitiva el comercio popular como una actividad formal.
El ex diputado local en la IV Legislatura de la Asamblea Legislativa del DF y fundador del Partido Social Demócrata, Enrique Pérez Correa dijo que en la proyección de la nueva Ciudad de México debe reconocerse a todo “changarrito” afuera de un mercado, a los comerciantes informales, a los cantantes, a los boleros, a los voceadores, que han decidido ir por estas actividades antes que delinquir.
Además aclaró que la gente que tiene un puesto en las calles ya paga un impuesto al consumo en las mercancías que compra y de lo que se trata es conciliar su derecho al trabajo con el derecho al libre tránsito de los demás, por lo que se debe considerar una alternativa legal, ante la carencia de plazas de empleo para esta gente.
Por ejemplo –refirió- los panistas quieren erradicar esta práctica y la criminalizan, para ellos les gustaría que la sociedad fuera pura clase media para arriba, pero hay mucha gente expulsada de las plazas laborales, hay muchos jóvenes sin oportunidades de empleo, por lo que se debe derivar en que el próximo gobierno le entre a regularizar y formalizar este comercio.
El aspirante al Constituyente de la CMX, Pérez Correa sostuvo que hay distintos ejercicios, distintas experiencias, que en suma pueden llevar a un ordenamiento institucional, dado que esta gente ofrece productos y mercancías que son de una calidad aceptable, a precios económicos y suficientes para ellos, y la gente les compra el día de Reyes, el día de los novios o el día de las madres, es decir hay una demanda real.
Otra propuesta de Enrique Pérez Correa es el reconocimiento al derecho a la movilidad a través de un modelo de transporte público eficiente y rentable, donde participen todos los actores como son las organizaciones de transportistas, de operadores, de taxistas, de microbuses, pero con el reconocimiento social hacia un proceso de modernización.
“No se trata de expulsarlos. De decir eres un viejo microbusero y ya no entras. Sino a través de una visión convocar a los actores para un nuevo modelo de transporte público”, recalcó.
El gobierno tiene la obligación de establecer un sistema de transporte público que resuelva las necesidades de los habitantes de esta ciudad y de otro 50 por ciento más que viene de otros municipios conurbados de la Zona Metropolitana del Valle de México, resaltó.
Todo esto –aclaró- tiene que darse dentro de un respeto a la naturaleza, porque aquí sigue habiendo contingencia ambiental. Y –se preguntó- de qué sirvió el Plebiscito para los segundos pisos con López Obrador, sino se paró la crisis ambiental.
“Sí se aumentó la carpeta asfáltica y el rodamiento de coches particulares, pero esto no solucionó la crisis ambiental. La ciudad está cicatrizada con estos corredores de coches particulares. El gobierno está obligado a planificar, a ordenar y dar mantenimiento al transporte público, con operadores eficientes, capacitados, gente que esté involucrada en esto y que tenga experiencia.
El candidato independiente número 11, Enrique Pérez Correa refirió que hay transportistas y operadores que no tienen la capacidad para comprar una unidad híbrida que cuesta más de 1000 por ciento que lo que cuesta un microbus, por lo que no se puede provocar dinámicas de persecución, o de satanizarlos, como se hace con los maestros, sino de crear las condiciones para que se integren a un nuevo modelo de transporte público, concluyó.
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