Tania Montiel
En la ciudad hay mucha gente. Mucha. Y ésta normalmente se acompaña de ruido, tráfico, contaminación y estrés. Sin embargo, y con el riesgo de sonar como cliché, aún hay espacios dentro de la propia ciudad para escapar de estos hábitats ya tradicionales en la urbe y pasar un momento de contacto con la naturaleza.
Si bien como habitantes de la ciudad no sobreviviríamos a un acercamiento directo y prolongado con la naturaleza, si podríamos acercarnos en un ambiente controlado; por ello, la existencia de un parque al suroeste del Distrito Federal que presenta esta característica facilitaría la experiencia.
Estamos hablando del Parque Ejidal de San Nicolás, proyecto ecoturístico de los ejidatarios de la zona, ubicado en el kilómetro 11.5 de la Carretera Panorámica Picacho Ajusco, con una extensión de 1900 hectáreas y en donde se ofrecen diversos tipos de actividades.
Para poder acceder a este lugar es necesario dar una cuota: quienes hagan el recorrido a pie pagarán 20 pesos, los ciclistas 40, y por los perros, que si tienen permitido el ingreso, son 10 pesos más.
Las atracciones que ofrece el parque, además de la siempre verde vista y un ambiente sin contaminación son para todos los gustos y edades; para los más pequeños hay juegos, recorrido en tirolesa, paseo en tractor y una granja didáctica, donde los niños pueden acercarse a los caballos, conejos, patos, borregos y más animales sin riesgo.
Para los más grandes hay diversos senderos que varían en longitud y en dificultad debido a lo irregular del terreno, tanto para andar en bici como para correr y trotar, además de otros espacios para ejercitarse, también está la posibilidad de pescar truchas que pueden ser cocinadas al momento.
Hay dos atracciones más en el parque para quienes quieran prolongar su interacción con la naturaleza: la zona para acampar y la zona de cabañas. La primera puede ser para los más experimentados y quienes disfruten de las actividades completamente al aire libre. Dentro del parque contarán con una zona dedicada exclusivamente para el campismo y con vigilancia por 24 horas.
Respecto a la posibilidad de alojarse en las cabañas hay dos opciones: las del ejido o en las de un particular dentro del mismo parque; ambas ofrecen la estancia por el tiempo que se guste, con servicios de carga de leña, vigilancia, electricidad, baños y dependiendo del aforo, un determinado número de camas.
A todas estas opciones debe sumarse la de la comida; desde el inicio de su recorrido, el visitante podrá observar locales en los cuales se ofrecen antojitos clásicos de quienes visitan el Ajusco: tacos, quesadillas, gorditas y tlacoyos, además de sopas y caldos.
En la zona, además del parque ejidal, también se encuentran cabañas-restaurantes, caballos para recorridos, gotchas, canchas de futbol, y algunos kilómetros antes, una pulquería de dudosa reputación, todos ellos acompañados de follaje verde y el inconfundible aroma a pino.
Foto de http://www.parque-ejidal-sannicolas.com/ |