Agustín Vargas (*)

En medio de la turbulencia económica y financiera que se vive a nivel internacional, para la gran mayoría de los funcionarios públicos comenzando desde las más altas esferas gubernamentales, el argumento primordial o la frase de moda que deberían adoptar para aderezar sus discursos es que “mientras el mundo se colapsa, México avanza” y aunque parezca petulante creemos que ganas no les faltarían de pronunciarse en esos términos. Pero claro, la realidad es otra.

En días pasados se dieron a conocer cifras reveladoras sobre la marcha de la economía, todas ellas oficiales o, mejor dicho, emitidas por los organismos oficiales, los gubernamentales, que muestran diversas paradojas que en el fondo revelan el verdadero rostro de México.

Es decir, la existencia de distintos México dependiendo de la óptica con que se miren las cifras.

En primer lugar, los Censos Económico que dio a conocer el Inegi destacan que en México, con una población superior a los 110 millones de habitantes, cuenta con 5.6 millones de unidades económicas, es decir empresas registradas de manera oficial y de éstas el 0.2 por ciento generan el 65 por ciento de la producción nacional.

Esto revela que casi dos terceras partes de la producción del país se concentra en una cuantas empresas, las más grandes, considerando además que en México la gran mayoría de las unidades económicas están conformadas por micro y pequeñas empresas, sin acceso a créditos porque aún siguen restringidas por las instituciones financieras a pesar del discurso oficial de está abierta la llave del financiamiento formal, pues la  mayoría de ellas se siguen financiando con sus proveedores.

Otro documento que se dio a conocer es el informe trimestral de las finanzas y la deuda públicas, que dio cuenta del nivel gasto e ingreso que tuvo el gobierno federal el pasado trimestre, pero además se enfatiza que la economía sigue creciendo, en comparación con otros países, que la están pasando mal.

O sea, se deduce del documento que mientras el mundo se colapsa, México avanza, pese a que el crecimiento del país ni siquiera alcance para generar los empleos que se requieren y menos de calidad y peor aún, reducir los niveles de pobreza, sin subtítulos, extrema o no, la pobreza es pobreza, aquí y en otras partes del mundo.

Devaluación del peso, doble efecto

La alta cotización del dólar, que desde hace una semanas superó por primera vez en tres décadas la barrera de los 16 pesos en el mercado interbancario que representa una devaluación de la moneda mexicana de casi 10 por ciento en lo que va del año,  promueve las exportaciones y el turismo pero afecta a los negocios locales, un auténtico dolor de cabeza y descalabro financiero para éstos, aunque no lo quieran ver ni reconocer nuestras autoridades.

La devaluación del peso beneficiará especialmente a la potente industria automotriz mexicana, que vende al extranjero más del 80 % de su producción. Sin embargo, afectará negativamente al comercio interno y a las importaciones.

En primer lugar, la compra de productos extranjeros se hace más cara y, de hecho, ello ya ha generado que, en los últimos meses, a muchas empresas radicadas en el país les resulte más barato conseguir mercancía aquí.

De igual forma el fortalecimiento del dólar frente al peso influye también en las remesas que mandan los más de 11 millones de mexicanos residentes en Estados Unidos.

El año pasado, las remesas, que son las principales fuentes de divisas en México después del petróleo, sumaron 23.645 millones de dólares, un 8 % superior a la cifra registrada en 2013. Pero la caída del peso frente al dólar ha impactado también en el plano político.

Integrantes de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados criticaron la depreciación de la divisa nacional y la pérdida de poder adquisitivo de las familias. A juicio de los legisladores, ambos factores indican un mal planteamiento en materia económica del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.

En ello coinciden analistas privados y académicos, quienes también han expresado en diversos foros que la política economía literalmente está desvinculada de la sociedad, porque su diseño sólo está a cargo del gobierno federal, dejando de lado las opiniones o sugerencias del sector productivo y de la población.

Azúcar puede amargar más al gobierno de Peña Nieto

Se desconoce si los secretarios de Agricultura, Enrique Martínez y Martínez, y de Economía, Ildefonso Guajardo, están previendo una sería crisis que podría afectar a los productores de azúcar y a las miles de familias que se dedican a la siembra de caña, la cual representa una bomba de tiempo más para el gobierno del Presidente Peña Nieto, como si no tuviera problemas que atender urgentemente.

Resulta que Estados Unidos bajó una vez más los cupos a la importación de azúcar mexicana de un millón 162 mil toneladas a 983 mil 247, mientras que con Australia se encuentra en el estira y afloje de una negociación, para que le permita la venta de entre 152 mil y 700 mil toneladas del edulcorante.

Esto representa un serio riesgo para que los norteamericanos reduzcan aún más los cupos a la exportación mexicana, pues acusan que se introducen a precios de dumping en perjuicio de sus productores locales.

Y el riesgo se traduce en que la próxima zafra no tenga destino comercial llevando a la quiebra a un gran número de cañeros mexicanos. En el ciclo 2014-2015, que termina en septiembre, se calcula que se producirán 5 millones 984 mil toneladas.

De acuerdo con la Unión Nacional de Cañeros el consumo interno adquirirá 4 millones 400 mil de toneladas y el resto, mil 600 millones de toneladas, tendrá que ser exportada a su mercado externo natural que es Estados Unidos.

Sin embargo, ya de entrada el cupo solo admitirá, como se plantea en un inicio, 983 mil toneladas, y con el riesgo de esto se reduzca si fructifican las negociaciones EU – Australia.

Lo paradójico es que Martínez y Martínez e Ildefonso Guajardo tienen la solución en las manos, pero que significa armarse de valor y enfrentar a poderosos consorcios y autoridades comerciales estadounidenses.

Si México no comprara fructuosa a Estados Unidos, el total del azúcar producida internamente sería adquirida internamente y no tendríamos en riesgo a los cañeros y además recibiendo precios justos por su mercancía.

Sí tenemos que rogar de rodillas al país vecino para que acepte parte de nuestra azúcar, es porque ellos nos venden la fructuosa a precios de dumping y es la que utilizan las industria refresquera y otras que requieren de grandes cantidades del dulce.

Empresas productoras de azúcar líquida como Sucroliq, que preside Enrique Bojórquez -también presidente de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas-, ya cubrieron todos los trámites para solicitar que Economía inicie una investigación de dumping a la internación de fructuosa norteamericana, a fin de que se le aplique cuotas compensatorias y se privilegie con ello al consumo de la producción mexicana. 

La Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales (UPCI) debió de haber dado una respuesta el 10 de julio, sin embargo es fecha que no lo hace. ¿Estarán esperando a que estalle la bomba y que en unos meses veamos a cañeros y trabajadores de ingenios marchando en Reforma vociferando contra el presidente?

CIBanco desmiente rumor

Muy oportuno y preciso salió CIBanco, que preside el empresario Jorge Rangel de Alba, a desmentir el rumor que circulo en algunos medios, de que se encontraba en negociaciones de una posible venta a Banco Multiva de Olegario Vázquez.

Y es que se ha constituido en un intermediario muy apetitoso para el mercado, pues es el primer banco con filosofía verde en México, además de que la agencia calificadora Fitch Ratings, que dirige Eugenio López Garza, les acaba de subir la calificación por sus resultados y sano desarrollo de sus principales indicadores financieros.

El presidente del Comité Ejecutivo, Norman Hagemeister, envió un comunicado a los ejecutivos y directivos de CIBanco para rechazar tales versiones: “… ningún representante de CI Grupo se ha reunido ni siquiera comentado con cualquier persona representante de otra Institución  Financiera, la posibilidad de una alianza o algún otro tipo de operación que modifique la actual tenencia accionaria de la misma.

Les pedimos que atentamente, lo comuniquen de esta forma a nuestra clientela y  les refrendamos que Ci Grupo continúa con  su rumbo y buscando su consolidación, atentos a las oportunidades que se puedan presentar a la actual forma de organización que se tiene”.

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*Periodista. Director de la Revista HábitatMx