Agustín Vargas*

Hay una información que debería destacarse en las noticias, crónicas y comentarios sobre la crisis que se desató con la pasada “caída del sistema” de la cámara de compensación de Prosa, que afectó recientemente a miles de transacciones con tarjetas de crédito y débito en todo el país. 

Resulta que desde que se nombró al frente de esa firma a Alejandro Morales Bustamante, su servicio ha dejado mucho qué desear como consecuencia de que ha cambiado al personal experto por amigos y personas afines que carecen de experiencia y conocimiento de la operación de la empresa. 

Prosa es una de las  empresas más importantes del sector financiero. Nació en el año de 1968, procesando hoy en día más de 3,600 millones de operaciones al año, lo que equivale a 1.3 billones de pesos. 

La curricula de Alejandro Morales describe que tiene experiencia de más de 19 años en los medios de pago; fue vicepresidente de Desarrollo de Negocios en Visa México y country manager de Panamá y El Salvador con Visa International en Miami. 

Pese a esa impresionante curricula, algunos banqueros platican “en corto” que la anterior administración era más cuidadosa y solían probar, por lo menos dos veces al año, los protocolos de riesgos. 

En el caso que nos ocupa, sin los protocolos debidos, el personal técnico revisó la infraestructura operativa manipulando irresponsablemente cables y componentes que causaron la falta de energía y el apagado de todos los equipos en el sitio de Santa Fe. 

Trataron de desviar toda la operación a su sitio alterno que tienen en Querétaro; sin embargo, por su inexperiencia y falta de conocimiento no pudieron realizar la transferencia. 

El caos llegó a su clímax cuando trataron de encender el equipo y recuperar la información como si fueran computadoras normales, sin aplicar una lógica y un protocolo de restablecimiento. 

En los pasillos bancarios se relaciona esta inexperiencia con la actitud y conducta de Morales Bustamante, a quien “se le subió” el cargo, y hoy en día se traslada en un auto blindado, protegido por dos guaruras, y además, se dice, le gusta mucho “la fiesta” al grado de que en la redes sociales circulan fotos que le tomó un banquero maloso en “estado inconveniente” durante una convención financiera en el extranjero.

Sanciones y pérdidas 

Mientras tanto, en numerosos sectores comerciales, principalmente el restaurantero, se quejan de que dejaron de operar hasta el 50 por ciento de su consumo el sábado antepasado; la empresa Mercado Libre asegura que entre el 30 y 35 por ciento de sus ventas se vieron afectadas, y para colmo el expresidente del Condusef, Mario Di Constanzo asegura que Banxico podría sancionar a los bancos HSBC, Scotiabank, Banorte y Banjército por operar con empresas que incumplen los estándares internacionales de seguridad. 

Pero más aún, miles de clientes de los bancos también sufrieron las consecuencias de la “caída del sistema”, pues hubo casos en los que por las deficiencias en las operaciones de tarjetas de crédito se les penalizó con el cobro de una comisión por supuesto pago tardío, cuando en realidad dichos pagos se realizaron en tiempo y forma, incluso se cubrieron antes de la fecha límite del pago. 

Con las deficiencias del sistema, los abonos realizados en las tarjetas de crédito se aplicaron hasta tres o cuatro días después de efectuados los pagos. De ahí la aplicación de sanciones por los supuestos pagos tardíos, que en realidad no fueron. 

El Banco de México emitió un comunicado en el que indica que realizará una investigación a fondo a Prosa por la falla que tuvo en sus sistemas que impidió a miles de clientes, hace dos sábados, realizar operaciones con tarjetas de crédito y débito, y realizar disposiciones de efectivo en los cajeros automáticos. 

Párrafos arriba le damos al equipo de Banxico algunos tips por dónde conducir su investigación.

Banqueros, compromiso social 

El reto social de las empresas en México son la pobreza y la exclusión; no basta con invertir, generar empleos y pagar impuestos, sino que la banca debe estar comprometida con la inclusión de todos los mexicanos en el sistema financiero.  “Los empresarios, y en especial los banqueros, debemos asumir un mayor compromiso social… pasemos de ser las mejores empresas de México… a ser las mejores empresas para México”. 

Así lo expresó Carlos Hank González, presidente del Consejo de Administración del Grupo Financiero Banorte, en la cena que ofreció con motivo de la inauguración del Foro Estrategia Banorte 2019, cuyo tema es  “El Reto Social de la Banca”. 

Se dijo convencido de que “incluir financieramente a las personas más rezagadas ayuda a aumentar sus ingresos y reducir su nivel de probreza”, y agregó: “La inclusión financiera debe ser parte de nuestra vocación como Banca”. 

En la cena estuvieron presentes, además de Alfonso Romo, Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República; Arturo Herrera, Secretario de Hacienda, y Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; el senador  Martí Batrés, Rocío Nahle, Secretaria de Energía; Graciela Márquez, Secretaria de Economía; Víctor Villalobos, titular de la SADER; Javier Jiménez Espriú, Secretario de Comunicaciones y Transportes; Miguel Torruco Márques, SECTUR; Zoé Robledo, Director General del IMSS y Adalberto Palma, Presidente de la CNBV. 

En la inauguración también se contó con la presencia de los gobernadores José Ignacio Peralta, de Colima; Diego Sinhue Rodríguez, de Guanajuato; Silvano Aureoles Conejo, de Michoacán; Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León; Alejandro Murat Hinojosa, de Oaxaca; Carlos Joaquín González, de Quintana Roo y Mauricio Vila Dosal, de Yucatán. Los trabajos del foro continuarán este miércoles.

Rarezas en la AMFE 

Hemos notado que algo extraño está pasando en la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), principal organismo que agrupa a este tipo de instituciones no bancarias, mejor conocidas como sofomes. 

Nos platican algunos agremiados de ese organismo, que la AMFE cada vez más se aleja de sus objetivos, entre ellos dar apoyo a sus afiliados en el financiamiento especializado, mediante el direccionamiento eficiente de recursos y talento humano, con base en su código de ética. Algo que en la actualidad está muy lejos de lo que fue. 

Ahora se enfoca más en la promoción y difusión de eventos e información que nada tienen que ver con el financiamiento empresarial, mucho menos en apoyo a los agremiados. Sólo basta echar un vistazo a sus redes sociales. 

Todo esto, por supuesto, resulta raro e incongruente a la vez, pues a pesar del excelente trabajo y liderazgo de su presidente Enrique Bojórquez Valenzuela, que incluso ha trascendido allende las fronteras, la institución no ha logrado incrementar su número de afiliados, al grado que en broma, en el mercado de las sofomes, ya les cantan la canción de los perritos… 

De ahí la molestia de algunos asociados a ese organismo, además de las elevadas cuotas que les cobran, lo que ha obligado a varios mirar y coquetear con la casa de enfrente, o sea la Amsofon, presidida por José Fernando Padilla Ezeta, que cada día gana más adeptos y presencia en el sector, la cual, contrario a la AMFE, le cantan la canción de los elefantes. 

Lo hemos dicho en varias ocasiones y comentado incluso con algunos directivos financieros, esperemos que la AMFE pronto tenga mayor y mejor promoción para atraer  asociados de gran calidad, como los que aún permanecen en tan importante asociación, que den oxígeno crediticio a las pequeñas y medianas empresas del país, su verdadero objeto social, y deje ya de promocionar conferencias de corte espiritual y superación personal, como si fuera su principal fuente de ingresos.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx