Hay un frenesí sin control en colocar publicidad informal en la Ciudad de México, que al fijarse en el mobiliario urbano daña la infraestructura, ensucia las calles y provoca un serio problema de contaminación visual que abruma a las personas por la infinidad de mensajes que promueven, denunció la diputada Elizabeth Mateos Hernández.

La vocera del Grupo Parlamentario del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) dijo que en esta práctica dañina para la Ciudad que carece de la atención de las autoridades, las empresas utilizan como lienzo los postes de luz, bases de semáforos, teléfonos públicos y paredes, entre otros elementos de la infraestructura urbana, para adherir carteles y promover eventos recreativos y deportivos.

Mateos Hernández presentará un Punto de Acuerdo ante el Pleno de la ALDF para exhortar a las y a los jefes delegacionales para que se aplique la ley y se erradique esa práctica, que se ha arraigado como una forma de publicidad y que por la cantidad de papel que utiliza atenta contra el medio ambiente y termina por ensuciar las calles.

Expuso que la publicidad informal contribuye al desorden arquitectónico y altera la estética del paisaje urbano de fachadas y mobiliario urbano con una gran cantidad de anuncios expuestos unos sobre otros, lo que representa también un peligro de distracción para peatones y automovilistas, al cubrirse las señales de tránsito, ya que por lo general se colocan en zonas de tráfico intenso.

Además, crean un excesiva estimulación visual invasiva por el un abuso de los elementos que se perciben, lo que puede producir ansiedad y afectación en la salud de las personas, como estrés, dolor de cabeza y migraña.

Recordó que el Reglamento de Anuncios para el Distrito Federal establece reglas para quienes pretendan fijar, instalar o colocar anuncios, como tener un permiso o licencia, aunque no se otorgan cuando ocasionan molestias a los vecinos, afectan la limpieza e higiene o alteran el uso o destino del inmueble, entre otras.