El coordinador de la bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, Ricardo Ruiz Suárez, subió a tribuna para rememorar los acontecimientos del 10 de octubre de 1971 con motivo de la develación en letras de oro “Mártires del 10 de junio” en el recinto legislativo.

Recordó lo que calificó de “farsa del régimen” lo referente a la apertura democrática del gobierno de Luis Echeverría.

“Después de la masacre del 2 de octubre de 1968 se infiltra silenciosamente al movimiento estudiantil, se financia y alienta el porrismo y se crea toda una estructura de provocación y confrontación”.

Dijo que en esta estrategia nació el grupo paramilitar llamados los “Halcones”, financiado, organizado y armado por el gobierno, cuyo objetivo era infiltrarse y desestabilizar el movimiento estudiantil.

Expuso que la masacre del 10 de junio contra estudiantes fue plenamente documentada y probada como una estrategia planeada y estructurada como una acción de Estado, de cuerpos policiacos y cuerpos paramilitares para provocar a los estudiantes.

“El Estado mexicano tiene que reconocer este suceso como una acción de Estado y ofrecer una disculpa a la sociedad, a los estudiantes y a los familiares de los asesinados, a heridos y todas las víctimas.”

Enfatizó en que los sucesos de 1971 son los sucesos perdidos, ya que después de la matanza de 1968 hay muy pocos escritos difundidos donde se tiene relación con esto.

“El Congreso debería hacerse cargo de una memoria de los escritos y divulgarlos amplia y plenamente, es necesario que lo hagamos, que recobremos esa historia”.

Dijo que esta parte de la historia de nuestro país y de la ciudad tiene que terminar de una vez por todas.

“Lo que está pasando ahorita es resultado de un proceso de lucha donde los jóvenes de siempre han estado y seguirán presentes. La lucha sigue, no se termina, Ayotzinapa sigue, que los 43 están ahí y todavía no sabemos qué ha pasado.”

Por último, agradeció la presencia de personalidades presentes del Jueves de Corpus en la sesión solemne e indicó que con este acto simbólico se homenajea al movimiento estudiantil, a las luchadoras y luchadores sociales por la democracia.

“Las letras de oro en este recinto es un reconocimiento de Estado a esas juventudes. Es un esfuerzo por recuperar la memoria de los ejecutados, de los masacrados en la lucha por los derechos, por la democracia. 10 de junio ¡No se olvida!”.