Con la finalidad de rendir homenaje a los guerreros mexicas que resistieron estoicamente el sitio que impusiera Hernán Cortés a la ciudad de Tenochtitlan y recordar al último tlatoani defensor en esta guerra, Cuauhtémoc, en el día en que es hecho prisionero el 13 de agosto de 1521, autoridades de la Ciudad de México realizaron una ceremonia cívica en la Plaza de las Tres Culturas de Tlaltelolco, el día de hoy. 

En este 497 aniversario de la Defensa Heroica de México-Tenochtitlan asistieron representantes de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (SCCDMX), del Tribunal Superior de Justicia de la capital, de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), de la Secretaría de Turismo (Sectur), de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) y de la Secretaría de Educación de la CDMX (Sedu), así como de la Zona Arqueológica Tlatelolco, del Museo del Tecpan, del Museo Sitio de Tlatelolco, del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, del Calpulli Toltecáyotl y de la demarcación Cuauhtémoc. 

En la conmemoración de este acontecimiento se busca contribuir a enriquecer la memoria histórica de los citadinos, se realizo la salutación a los cuatro puntos cardinales, se depositará una ofrenda floral en la Plaza de las Tres Culturas, habrá toque de silencio y se entonará el Himno Nacional en honor a los caídos en la Defensa Heroica de México-Tenochtitlan. 

Durante la ceremonia cívica se presentó el Coro de la Ciudad de México, fundado en 1961 por los maestros Antonio Rosado González y Ernesto Belloc Celvillo. Desde entonces ha participado en importantes actividades para la ciudad, como los Juegos Olímpicos y los Juegos Panamericanos y del Caribe. 

El nacimiento del pueblo mestizo

“En este sitio, valientemente defendido por Cuauhtémoc, cayó la ciudad en poder de los conquistadores. No fue triunfo ni derrota, fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy”, esta inscripción está grabada sobre una lápida en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, que recuerda la gloriosa derrota de la Gran Tenochtitlán, el 13 de agosto de 1521. 

Los historiadores narran que el imperio mexica era el más grande y poderoso de todo Mesoamérica, que se distinguía por su dinamismo: su tianguis concurrido, sus plazas llenas de festividades; era una ciudad donde existían templos dedicados a diferentes dioses, escuelas para la guerra y palacios donde residían los tlatoanis. 

En 1520 el ejército de Hernán Cortés perpetró un ataque asesinando a hombres, mujeres y niños mexicas indefensos, tomando como prisionero al emperador Moctezuma, lo que desató la furia e indignación del pueblo contra los invasores, dando inicio a un enfrentamiento abierto. Al morir Moctezuma, quedó al frente Cuitláhuac, quien encabezó el 30 de junio de 1520 un ataque contra los españoles y sus aliados, logrando una gran victoria.    

Sin embargo, la viruela (enfermedad traída al continente de América por los españoles) acabó con la vida de Cuitláhuac, por lo que Cuauhtémoc se encargó de organizar la defensa de la ciudad. Luego de varios enfrentamientos sangrientos y batallas heroicas, Hernán Cortés cambió de estrategia y sitió la ciudad. 

La Gran Tenochtitlan comenzó a presentar un panorama de muerte, sangre, destrucción y enfermedades; el pueblo mexica moría por miles luego de haber mostrado una resistencia estoica, entonces Cuauhtémoc decidió capitular el 13 de agosto de 1521 con el fin de evitar más dolor y sufrimiento. 

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