“La explotación laboral de niños y adolescentes es un problema visible en las instalaciones de la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA) pues a diario podemos ver a los menores como cargadores, diableros, peladores de nopales, cebollas, tomates, chiles, de vendedores ambulantes, boleros, pepenadores, trabajadores en cocinas o repartidores de comida” afirmó la legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Rebeca Peralta León.

La diputada perredista comentó no hay estadísticas oficiales sobre la cantidad de menores que trabajan en la CEDA, pero existen organizaciones como el Centro de Apoyo al Menor Trabajador de la Central de Abasto (CAMT) que atendieron durante el periodo 1999-2014 a 16 mil 386 niños, niñas y adolescentes, de los cuales 9 mil 341 dijeron laborar en la Central de Abasto, lo que representa que 622.73 menores en promedio trabajaron cada año en ese periodo.

La diputada en la ALDF indicó que los menores de edad que trabajan en la Central de Abasto tienen en su mayoría entre 7 y 15 años de edad y su labor principal es el traslado de mercancías, cajas que tienen un peso aproximado de 45 kilogramos y señaló: “En algunos de los casos su jornada laboral es de hasta 10 horas seguidas, situación por la que se les remunera económicamente la cantidad de 150 y hasta 300 pesos diarios”.

Rebeca Peralta afirmó que la Ley Federal del Trabajo y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) prohíben el trabajo a los menores de 15 años, y aseveró “según esta Organización, el trabajo infantil daña la salud de los niños, pone en peligro su educación y conducen a una mayor explotación y abusos, así como un estancamiento económico y personal en su edad adulta los daños son irreversibles, de tal magnitud que incluso derivan fuertemente en una sociedad poco productiva y poco competitiva”,

Peralta León, solicitó al procurador General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Rodolfo Ríos Garza, informar a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) sobre las investigaciones y acciones que se han realizado para combatir y erradicar la explotación laboral infantil en la CEDA, la cual impide el desarrollo físico y mental de los menores de edad, añadiendo  además que cifras de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo de la CDMX señalan que el 50 por ciento de los menores que trabajan en la capital del país son, principalmente de las delegaciones Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco e Iztapalapa, mientras que el otro 50 por ciento provienen del Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Morelos.