A casi tres semanas de la explosión ocurrida en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa a causa de una fuga en la pipa de la empresa Gas Express Nieto, la Secretaría de Energía (SENER) y la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJ) presentaron los resultados de los peritajes realizados al vehículo.
Pedro Joaquín Coldwell, titular de la SENER, y Rodolfo Ríos Garza, titular de la PGJ, detallaron que la unidad suministradora de gas fue sometida a exámenes químicos, de dureza, hermeticidad, hisdrostática, metalográficos y fractográficos. La conclusión de las labores de peritaje determinaron dos problemas principales en el equipo como causantes de la fuga.
En primer lugar, la fuga de gas “se originó por la fractura de dos tornillos en la junta de la bomba de trasiego de gas, ubicada en la parte media del auto-tanque”. Esta fractura se debió, dijo Coldwell, a un mantenimiento deficiente de la unidad lo que, aunado a la presión generada por el almacenaje del material inflamable, “propició el derrame y vaporización del combustible, formando una nube que, debido a las propiedades físicas del gas LP ya la inclinación del terreno, se introdujo en las instalaciones del hospital”.
Sin embargo, ninguno de los representantes de los gobiernos local o federal se atrevió a dictar cuál fue la causa que dio origen a la explosión. La declaratoria, con base pericial, se limitó a sentenciar que “la acumulación de gas y su desplazamiento ocasionaron que la nube de gas alcanzara un punto de ignición que dio paso a la explosión e incendio…”.
También, la interrogante del por qué no se cerró la válvula de seguridad que el vehículo necesariamente debe portar y presentar el óptimo funcionamiento tuvo su respuesta.
Conforme a lo dicho en la conferencia de prensa el vehículo abastecedor presentaba modificaciones en su sistema de trasiego, de despacho y, además, “tampoco se encontró la palanca de seguridad que permite el cierre de la válvula interna con que deben equiparse todo este tipo de vehículos como los dispone la Norma Oficial Mexicana”.
Por si faltara algo, el medidor del flujo de abastecimiento también estaba alterado, lo que, en consecuencia, genera el suministro de una menor cantidad de gas a la expuesta por el despachador.
Río Garza detalló que la dependencia a su cargo comenzará un proceso en contra de las personas físicas involucradas en el siniestro así como de los representantes legales de la empresa por los delitos de homicidio, lesiones y daño a la propiedad pública, así como la reparación del daño a las víctimas o sus familiares.
Según los datos oficiales del Gobierno capitalino, el saldo a medio plazo por la explosión fue de cuatro personas muertas y al menos 50 heridos. Sin embargo, los datos no oficiales señalan que al menos el 64% de los presentes en ese entonces en la instancia hospitalaria, resultaron con heridas en mayor o menor medida, contando al personal, pacientes, operarios y servidores de los cuerpos de auxilio.
En cuanto a las sanciones federales establecidas en la Ley de Hidrocarburos, Coldwell señaló que Gas Express Nieto se ha hecho acreedora a:
-Multas de entre 75 mil y 300 mil veces el salario mínimo vigente que por la gravedad del daño y reincidencias deben duplicarse hasta alcanzar un monto de 42 millones 60 mil pesos.
-La revocación del permiso de distribución de Gas LP, que afectaría a la planta de la empresa ubicada en la delegación Tláhuac, a la cual se encontraba adscrito el auto-tanque.
Ambas dependencias informaron que se han iniciado los procesos necesarios en contra de Gas Express Nieto conforme lo marca la ley.
Peritos destacan fallas de gasera y autoridades.
Por lo menos cuatro especialistas que arribaron al lugar de los hechos luego de ocurrida la tragedia para levantar el informe respectivo, advirtieron que la PGJ deberá rendir cuentas a fondo de los peritajes que haya realizado.
Los personajes, que dicen contar con certificaciones internacionales, coincidieron en que, más allá de una fuga de seguridad en la pipa de gas, el personal de rescate agrupado entre los bomberos y policías, así como los dependientes médicos, incurrieron en omisiones graves por falta de entrenamiento.
Al no contar más que con un acceso al hospital, los materiales de construcción de éste y la toma de gas a un costado de la entrada, las autoridades del sistema de salud capitalino son señaladas como las primeras fuentes secundarias del desastre.
Mientras que días después se mencionó que la fuga tuvo una duración de 10 minutos luego de ser detectada, ahora se sostiene que la misma duró al menos 20 minutos. En ese lapso, el personal de Gas Express Nieto, así como del hospital, mitigaron la fuga con sábanas húmedas, al tiempo en que los bomberos terminaban el trabajo para finalmente reducirla lo más posible.
Finalmente, la falta de preparación del personal médico provocó que el personal de Protección Civil de Cuajimalpa decidiera el traslado de los heridos “por montones” en las ambulancias disponibles. Muestra de ello fueron los documentos gráficos en los que se observa a mujeres heridas siendo subidas en las ambulancias con sus hijos en brazos. |