México vivirá uno de sus procesos electorales más importantes este año, en donde no sólo se escogerá a la próxima presidenta de la República, sino también los representantes en diversos congresos locales y federales, por lo que es de suma importancia que estas elecciones se lleven a cabo de manera pacífica, acatando siempre la ley y respetando a todo ciudadano y candidato, sin importar partido.
Lamentablemente, el proceso ha estado manchado de sangre desde que empezó. En diversos estados, personas cobardes han asesinado a candidatos y candidatas, a la vez de que se han amedrentado a otros, esto ya sea para esparcir miedo o porque ya sienten las elecciones perdidas. Sea cual sea la excusa, no es justificación para estos actos violentos que, en la mayoría de casos, han quedado impunes.
La Ciudad de México (CDMX) no queda ajena a esta violencia. Apenas hace unos días mi compañera Alessandra Rojo de la Vega, quien es candidata por la alcaldía Cuauhtémoc -la cual represento en el Congreso local - hizo público el ataque que vivió en la noche en la colonia Peralvillo.
El ataque, de acuerdo con su declaración, fue contra su camioneta al dirigirse a una dirección que le dieron para atender una problemática. Alrededor de cinco disparos recibió su automóvil particular y, por fortuna, salió ilesa.
Desafortunadamente, a días de esto, tenemos otro claro ejemplo de cómo se violenta a los candidatos y a su equipo. Este miércoles, Rafael Montiel, quien es candidato a diputado en Cuajimalpa, fue agredido en plena luz del día durante su recorrido, queriendo así infundir miedo y tratando de inhibir el derecho de promoverse para un cargo público.
¡Basta ya de esta violencia! El gobierno federal y de la Ciudad de México debe hacerse responsable y trabajar no sólo para investigar quiénes están detrás de estos actos violentos, sino también para garantizarnos seguridad a los ciudadanos, candidatos y candidatas.
Tenemos que llegar al 2 de junio sin miedo, sin violencia. Tenemos que hacer valer nuestros derechos y el gobierno debe velar por ellos.