Por Rosalío Martínez Blancas
“Es emocionante, el cariño con el que estas organizaciones atienden a las niñas, niños y jóvenes. Lo que hacen estas instituciones, es de aplaudirles a estas personas mágicas, como ayudan a esos niños a que salgan adelante”, externó altamente conmovido el presidente de la Asociación Mexicana de Bancos (AMB), Julio Carranza Bolívar.
Informó que Quiera cumple 30 años de labor ininterrumpida, un sueño que comenzó en septiembre de 1993, hoy es una realidad, que ha transformado la vida de más de 400 mil niñas, niños, adolescentes y jóvenes de nuestro país con 1,286 proyectos cofinanciados y 536 millones de pesos invertidos en estos programas.
Por esta razón -dijo- estamos muy felices en la AMB ya que estamos convencidos que la inversión social es clave para la transformación positiva de las comunidades, así como una manera estratégica e inteligente de reducir las brechas sociales y económicas de la población más vulnerable, que lamentablemente es la población de corta edad.
“El trabajo de fortalecimiento que realiza la Fundación con la Red de 53 instituciones fortalecidas por Quiera, lo hace desde la innovación, la cual es una de las herramientas disponibles más efectivas para hacer frente a las desigualdades y generar cambios sociales. Nuestra Fundación Quiera impulsa la profesionalización de sus recursos para que de esta manera todos los niños y jóvenes que son atendidos por ellas, reciban mejores cuidados, con el objetivo de que su futuro esté lleno de posibilidades, gracias al desarrollo integral durante su formación”, puntualizó.
La presidenta de la Fundación Quiera, Marcia Villalba de Carranza externó: “...Fundación Quiera somos parte de un ecosistema que promueve el fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil que trabajan en mejorar las condiciones de vida de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación o riesgo de calle en nuestro país. Nosotros no solamente damos recursos sino invertimos en el desarrollo y capacitación de las personas que trabajan en las instituciones y quienes están cotidianamente cerca de los niños y jóvenes para brindarles una mejor calidad de vida”.
Destacó que a través de una cultura de mejora continua, cada año se innova en los procesos de evaluación de las organizaciones que financian, de modo que se pueda invertir en áreas estratégicas para su desarrollo institucional.
La directora de la Fundación Quiera, Carmela Pérez dijo que también se trata de restituir los derechos de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, como es vivir en familia, si no se puede, canalizar a una institución, buscar condiciones para que los niños estudien y trabajen, y para lograrlo se requiere de un enfoque de derechos, de derechos de género, que tengan las herramientas para lograrlo.
Fundación Quiera cuenta con un modelo de inversión social basado en tres principales ejes estratégicos: cofinanciamiento y acompañamiento; promoción de alianzas estratégicas y generación de conocimiento. Las instituciones que forman parte de la red cuentan con tres esquemas de atención: albergues, internados y centros comunitarios, mediante los cuales se les brindan a los niños y jóvenes oportunidades para un desarrollo integral que facilite el acceso a una vida digna.
Cada año, además de cofinanciar los proyectos de las Instituciones Fortalecidas por Quiera (IFQs), se impulsan cuatro iniciativas: “Congreso Quiera”, “Voluntariado Bancario”, “Campaña de Cajeros” y “Concurso de Dibujo y Pintura”, actividades en las que el sector bancario, sus colaboradores y el público en general, pueden participar para ser parte del cambio en favor de la infancia vulnerable del país.
“Estas acciones forman parte de nuestros 30 años de historia, a los que llegamos con una visión renovada sobre el cambio social que queremos lograr. Es importante señalar que, en lo comercial, los bancos compiten; pero en lo social suman esfuerzos”, añadió.
El respaldo de las instituciones bancarias ha sido un pilar estratégico, a través de los recursos que han asignado para dar atención a los grupos que atiende la fundación. Por ello, durante sus 30 años de operaciones, el modelo de intervención se ha actualizado y ha sido más innovador, conforme a la nueva realidad de las organizaciones de la sociedad civil en México.
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